Cuentan que descalza, tan ingenua como dulce, a ritmo de melodías armoniosas y acompañada de una lluvia de pétalos llegó Maia para purificar los cielos grises que impedían a los rayos del sol penetrar. Esfuerzos baldíos incluso para la Diosa pues no contaba con la contaminación atmosférica y menos aún con la oscuridad espiritual que ocultaban las luces de esta Gran Ciudad. Y asustada por la intensidad de las tinieblas huyó con el propósito de no regresar jamás. Adiós Maia, adiós Primavera.
*El nombre de Maia representa a la Diosa Griega de la primavera y el renacimiento.
Texto que participa en el concurso de minificciones elaborado en la web http://minificciones.ning.com/events/concurso-noviembre, a partir de la imagen escribir una minificción que no supere las 250 palabras.